sábado, 30 de junio de 2007

agresividad


Si un niño es incapaz de dominar su frustración, desacuerdo, enojo y mal genio produce una emoción negativa provocando un daño físico o psíquico intencional a la persona u objeto que la generó. Estamos frente a una conducta de agresividad infantil, una reacción ante un conflicto generada por problemas con otros niños en sus relaciones sociales o con adultos al no querer cumplir una orden o un castigo impuesto. También suele ser utilizada para llamar la atención, impresionar a alguien, desfogar tensiones, por medio de celos, ira, envidia, irritabilidad, desobediencia, etc.


Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La
conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de
los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma
de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...).
Pero también podemos encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el
niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o
agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales
de frustración.

FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA AGRESIVA

Como ya hemos dicho, uno de los factores que influyen en la emisión de la conducta
agresiva es el factor sociocultural del individuo. Uno de los elementos más importantes
del ámbito sociocultural del niño es la familia. Dentro de la familia, además
de los modelos y refuerzos, son responsables de la conducta agresiva el tipo de disciplina
a que se les someta. Se ha demostrado que tanto un padre poco exigente como
uno con actitudes hostiles que desaprueba constantemente al niño, fomentan el comportamiento
agresivo en los niños.
Otro factor familiar influyente en la agresividad en los hijos es la incongruencia
en el comportamiento de los padres. Incongruencia se da cuando los padres desaprueban
la agresión castigándola con su propia agresión física o amenazante hacia el niño.
Asimismo se da incongruencia cuando una misma conducta unas veces es castigada y
otras ignorada, o bien, cuando el padre regaña al niño pero la madre no lo hace. Las
relaciones deterioradas entre los propios padres provoca tensiones que pueden inducir
al niño a comportarse de forma agresiva.
Dentro del factor sociocultural influirían tanto el tipo de barrio donde se viva
como expresiones que fomenten la agresividad "no seas un cobarde".


sanchez

1 comentario:

mfc dijo...

Por favor, maestra, agregue màs información.

Marcelo Flores